“The Last Fania Legends in Concert” – reseña breve por Tommy Muriel
Elenco:
Isidro Infante (piano, dirección), Larry Harlow, Ricardo Ray (pianos); Bobby Valentín (bajo); Orestes Vilató (timbales), Reynaldo Jorge (trombón), Eddie Montalvo (congas), Ismael Miranda, Adalberto Santiago, Bobby Cruz, Domingo Quiñones, Choco Orta (vocales); Jerry Medina (vocal, coro), Elliut Cintrón, Rafy Torres (trombones); Ito Torres, Angie Machado, Julito Alvarado (trompetas); Edwin Clemente (timbales), William “Cachiro” Thompson Jr. (congas), Richard Carrasco (bongó), Henry Santiago (coros), Pedro Pérez (bajo acústico), Willito Otero (vocal), Manolito Rodríguez (vocal, timbales).
Ensayo previo al concierto, realizado el viernes 18 de agosto en Fonava Music, San Juan. Foto, Tommy Muriel
Primero lo primero: si bien la promoción – al menos en radio y televisión – trató de vender este evento como una reunión de la Fania All-Stars, lo cierto es que el concepto detrás de The Last Fania Legends, al igual que otros recientes de igual factura como el concepto Los Bravos de La Fania, era un concierto homenaje al legado de los artistas – vivos y fenecidos – que pertenecieron a este colectivo. De ahí que las leyendas que participaron en este concierto efectuado la noche del sábado 19 de agosto de 2017 se limitaran mayormente a dos o tres canciones (algunos estaban pautados a participar incluso en una sola canción originalmente). Pero antes de lo negativo hay mucho, pero mucho dato positivo por reseñar.
Lo positivo:
La banda organizada por Isidro Infante para la ocasión sonó potente toda la noche. Con caballos de carrera como los mencionados arriba en los créditos no era para menos. Claro, habrá quien diga que este listado de músicos lo vemos una y otra vez en infinidad de conciertos acompañando a otros artistas (Los Durísimos mismos se han hecho acompañar de muchos de estos en conciertos grandes recientes a lo largo de esta década), pero la verdad es la verdad: este núcleo de músicos son otra cosa. Si Fania en su época dorada se hubiese tomado el esmero en preparar – en vez de ignorar – una generación de relevo que mantuviera a flote a su orquesta estelar sin descuidar a sus propios estelares, el elenco sería muy similar a este.
Miranda y Harlow: Ismael Miranda sigue desafiando al Padre Tiempo admirablemente y cantando en el mismo registro vocal de hace 45 años… y con todo el profesionalismo que siempre lo ha caracterizado. Y el dueto con Willito Otero en No Me Digas Que Es Muy Tarde – número de José Nogueras que Miranda inmortalizara en 1980 junto a Willie Colón – tampoco defraudó. Por su parte, un rejuvenecido Larry Harlow – incluso con unas libras menos – demostró por qué sigue siendo referencia para generaciones de salseros a lo largo de Hispanoamérica. Hay Piano Judío y para buen rato.
Orestes Vilató: si bien su parte en el concierto estuvo originalmente limitada a Descarga ’73 – número que inmortalizara en el ’72 como miembro fundador de la Típica’73 con Adalberto Santiago – Vilató sigue siendo Vilató. Y a las puertas de su octava década de vida TODAVÍA tiene cosas nuevas que decir con su timbal – y eso sí son palabras mayores.
Edwin Clemente: no es difícil adivinar por qué Los Durísimos y hasta el mismo Ray Barretto en sus últimas presentaciones en vida en Puerto Rico siempre contaron con él. (O pueden preguntarle al mismo Jimmy Urbina si quieren: yo aún estoy cubriendo el puesto que dejó vacante en Revolución’70 cuando lo reclutó Tony Vega…) Amén de su avanzada técnica, pocos timbaleros dominan ese arte de construir un solo desde cero como él. En el lenguaje del timbal, no es el que más golpes tire, sino el que los conecta donde van – y no se confundan, Clemente sí te puede deslumbrar con su rapidez cuando quiere. Y usualmente quiere…
Choco Orta: el eterno Rey Del Timbal no se equivocó cuando la bautizó en Nueva York como la Reina del Sabor. Y lo demostró con creces esa noche, no solo en su tributo a Celia Cruz sino también incluso en el sorpresivo dueto con Bobby Cruz en Cuando Me Digas Sí – un número que se montó a último momento en los ensayos por petición del propio Bobby. (Ya lo saben productores: si alguien en el futuro se quiere disparar la maroma de montar un verdadero concierto de despedida de la Fania All-Stars, ¡hay que contar con ella!)
Willito Otero y Manolito Rodríguez: sacando la cara por la sangre nueva en el género, estos dos colosos están a la cabeza de la cepa actual. Y esta noche lo demostraron con creces. Si usted todavía es de los que piensa que no hay a quién pasarle el batón en la salsa y que el género va a morir cuando los últimos legendarios dejen de existir, piénselo de nuevo…
Clemente, Cachiro y Carrasco: los tres juntos son un reloj de precisión. Y los grandes lo saben.
Elliut Cintrón: no por nada le dicen El Nuevo Terror de los Trombones…
Isidro Infante: parece que muchos se acostumbraron a verlo parado en tarima dirigiendo y se olvidaron de cuan bravo es en el piano – y el por qué leyendas como Louie Ramírez y Raúl Marrero contaron con él. El propio Isidro se encargó de dicho recordatorio…
El montaje: la producción si en algo no escatimó en gastos lo fue en el montaje y sonido. Una tarima a la altura de la ocasión y sonido de primera.
El repertorio: si algo muchos – y con sobrada razón – criticaban hasta el cansancio sobre últimos conciertos que hiciera la Fania All-Stars hasta la fecha era que siempre tocaban el mismo listado de canciones una y otra vez. NO en esta ocasión, señores. Si bien hay temas como La Cartera y Quítate Tú que son prácticamente mandatorios, Isidro y compañía se fueron al fondo del libro de arreglos desempolvando joyas que hacía tiempo no se tocaban en vivo en un concierto de esta magnitud. Como dice el gallego, ENHORABUENA. O como decimos acá, YA ERA HORA.
Otro momento del ensayo junto a Richie Ray y Bobby Cruz. Video, Tommy Muriel
Ahora pues, lo negativo:
Como mencionado, el “gancho” promocional para este evento lo fue el venderlo como lo que no era: una reunión de la Fania All-Stars. A eso sumen la no muy inteligente costumbre – más común en Sur América – de anunciar artistas sin haberlos contratado o confirmado. Los anuncios en prensa escrita y en “billboards” anunciaban a Papo Lucca y a Nicky Marrero como que participarían de este recital. (Roberto Roena ya era conocido que no participaría.) Papo, si bien en la radio no lo anunciaban sí aparecía en los carteles escritos, pero nunca se confirmó – y después del mega bochinche del cancelado concierto de “despedida” en el Central Park en Nueva York hace ya tres años, estaba dudoso que aceptara. Nicky, quien por cierto no fue sino hasta el mismo día del concierto que se anunció que no vendría, estaba de gira por RUSIA con Eddie Palmieri… Y por cierto, en comunicado de prensa se quejó precisamente de que no participaría pues nunca se le hizo un acercamiento formal antes de incluirlo en los anuncios.
Escaso público: Se veía venir que habría muchos asientos vacíos la noche del evento. Por un lado, no es secreto que Puerto Rico pasa por una fuerte crisis económica – no entro en detalles pues este no es el foro para eso – por lo que no todo el mundo está en condición de pagar un boleto de $50 (el más barato) para este tipo de show. Por otro lado, y esto duele decirlo, este concierto lo torpedeó hasta la misma comunidad de músicos en las redes sociales. Y eso, aunque muchos no lo crean, es un factor de peso.
En resumen, aunque no recibió el respaldo esperado y muy a pesar de la confusa promoción del evento – de nuevo y perdonen que se recalque, no era la oficial Fania All-Stars la que se presentó en tarima – el debut del concepto The Last Fania Legends fue un éxito rotundo al menos musicalmente hablando. Nuevamente, con todos estos caballos juntos, no se podía esperar menos. Eso sí, ya posiblemente escucharán a uno que otro chismoso diciendo que el género está muerto por la poca asistencia a este show y demás bla-bla-blá adicional. No hagan caso… Total, al árbol que no produce nadie le tira piedras, ¿o sí?
Tommy Muriel junto al legendario Orestes Vilató durante el ensayo de The Last Fania Legends