LOS KILATES DE ELÍAS LOPÉS
El pasado lunes 23 por la noche (09:45PM) se extinguía el sonido de la trompeta del Maestro Elías Lopés García, oriundo de la Ciudad Bruja, Guayama, pero hijo adoptivo de la Tierra de Gigantes, Carolina, desde hace cuarenta años.
72 años de vida de los cuales 59 dedicó a la música. Sin lugar a dudas, generosa entrega a una apasionada actividad de satisfacciones pero también de sacrificios: en el caso del Maestro Elías Lopés además, una pletórica de colaboraciones desinteresadas, de permanente aprendizaje y también de compartir lo aprendido con las jóvenes generaciones.
Su esposa Carmen “Cuqui” Muriente ha sido compañera de don Elías por los últimos 53 años, por lo tanto testigo privilegiada de la meteórica carrera del desaparecido músico, quien se iniciara profesionalmente a los 13 años, cuando por dos años (1958-1959) integrase las filas de José Luis Chacón y Su Combo. Siguieron después la orquesta de Luis Morales, posteriormente la de Charles Miner, Mario Ortiz & His All Stars Band, Orquesta Sinfónica y La Sonora Boricua.
Elías Lopés como parte de la Orquesta de Mario Ortiz en 1964
Alineó en la Universidad de la Salsa, El Gran Combo de Puerto Rico, y funda -luego- junto a Roberto Roena: Los Megatones primero, y el Apollo Sound después. Vendrían luego sus participaciones junto a orquestas como las de Kike Talavera, Bobby Valentín, Johnny “El Bravo” López y Joe Quijano. Habría que añadir, también, sus diferentes proyectos personales: La Compañía, Puerto Rico All Stars (junto a Mario Ortiz y Juancito Torres) y Trompeta Con Trovadores.
El Maestro Lopés integrando El Gran Combo de Puerto Rico en sus inicios
Contraportada del álbum "Apollo Sound 4" de Roberto Roena con Elías Lopés en la trompeta
Extensa es la obra de don Elías, la misma que se resalta en portales especializados. Y no es para menos, Elías Lopés fue un obrero de la musicalidad boricua y su talento desbordó los cien por treintaicinco. Infinidad de grabaciones al lado de otras luminarias, de diversos géneros y de diversas latitudes, son el legado material de este gigante de la música. Imborrable huella de su genuino afán por hacer las cosas como deben de hacerse: a la perfección.
Nos cuenta Toñito Vázquez, uno de los grandes trombonistas locales, que don Elías enfatizaba en cuanto a las producciones musicales que “…algo mal hecho se escucharía mal el resto de la vida…” por tanto, la necesidad de hacer las cosas bien. Eliut Cintrón, otro excelente trombonista de la Isla,
lo recuerda con estas palabras: “El Maestro Elías, infundía respeto pero también confianza. Era clásico escuchar de sus labios: Puedes fallar, pero mejor sería que no lo hagas”. Humberto Ramírez, buen discípulo de Lopés lo cataloga como “único en su clase” y El Caballero de la Salsa: Gilbertito Santa Rosa, aseguró que con la partida del Maestro se iba parte de su historia.
La gran mayoría de los músicos afirman haber tocado algún arreglo de él, a muchos otros acompañó, a otros dirigió en alineaciones (orquestas) propias y/o ajenas; pero -con seguridad- con todos compartió su vasta experiencia.
Reunión de grandes trompetistas en honor al Maestro Lopés en un sentido homenaje póstumo. Foto Ygor Deyko Ruiz Sánchez
Por otro lado, su gran sentido del humor trascendió al círculo de amigos y de esta característica del Maestro, muchas frases quedarán para la historia. Tengo la seguridad que más de uno se animará a hacer una recopilación de éstas.
En definitiva, un músico especial y un ser humano a carta cabal cuya partida deja un inmenso vacío en quienes lo conocieron, quisieron y respetaron; pero también en quienes nuestra cercanía fue a través de su obra: parafraseando al Maestro: “Sería una canallada nuestra, no reconocerlo”.
Fuentes consultadas:
Fundación Nacional Para La Cultura Popular: https://prpop.org/biografias/elias-lopes/ Prensa escrita local: El Vocero, Metro, Primera Hora (todas de fecha 25 de octubre) Testimonios de músicos y amigos diversos.
Ygor Deyko Ruiz Sánchez
Corresponsal de Herencia Rumbera en Puerto Rico