top of page

Ecos de Salsa Al Parque en sus 20 años

Llegó a sus 20 años el Festival Salsa al Parque, el más importante espectáculo salsero al aire libre y de carácter gratuito que se realiza en Bogotá, la capital colombiana. Un espectáculo que a través de su historia ha visto desfilar por sus tarimas a los más grandes exponentes de la salsa a nivel mundial, dentro de los que podemos mencionar a Eddie Palmieri, El Gran Combo de Puerto Rico, El Grupo Niche, La Sonora Ponceña, Los Van Van, Willie Rosario, La Misma Gente, Roberto Roena, y Henry Fiol. Pero no hay que olvidar que por ser un evento de carácter gubernamental, tiene dentro de sus objetivos el apoyo y promoción de las agrupaciones nacidas o establecidas en Bogotá, siendo estas su principal componente, así el grueso del público muchas veces no lo entienda.


Para esta versión se anunció una nómina internacional que incluyó a la orquesta Tromboranga, muy en boga por estos tiempos; De Cuba vinieron Adalberto Álvarez y su Son y Afrocuban All Stars bajo el mando de Juan D’ Marcos González. A ellos se sumó Yuri Buenaventura, que siendo colombiano, ha desarrollado su carrera con mucho mayor reconocimiento en tierras europeas. Como cuota nacional fueron invitados el Grupo Guayacán, una verdadera institución en la salsa colombiana, la Orquesta femenina Canela, proveniente de un movimiento que en los años 90 catapultó la actividad musical de las mujeres en la ciudad de Cali. También de Cali vino La Mambanegra, una agrupación relativamente joven, que con su estilo renovador ha venido cosechando éxitos y finalmente desde la ciudad de Bucaramanga llegó Altibajo Latin Son, otra joven promesa del movimiento salsero del oriente colombiano.


La cuota bogotana estuvo a cargo de 5 agrupaciones que superaron los procesos de selección establecidos por la organización, que implican no solo una audición ante un jurado conformado por músicos y difusores de la salsa, sino una serie de documentos que den cuenta de la trayectoria de cada colectivo musical. Fueron las seleccionadas D- Javú, Luna Llena, Aché Sonora, Zontabogo y Son de la Bog. Además de esto y como elemento novedoso, se incluyó la presencia de la orquesta Distrito Salsero, creada expresamente para el festival con la idea de rendir homenaje a aquellas agrupaciones bogotanas que participaron históricamente en el festival durante 3 ocasiones o más. La dirección musical estuvo a cargo del emblemático trombonista Edilberto Liévano y la integraron músicos de trayectoria dentro de la escena local como los percusionistas Luis Pacheco, Pibo Márquez de Venezuela y Jorge Guzmán. El trombonista Germán “Potós” Diaz, el trompetista cubano Orlando Barreda “Batanga”y los cantantes Mauricio Daltaire y Juan Carlos Acosta, sumados a jóvenes valores.


Aunque los conciertos son sin duda los momentos más importantes del festival, hay otros eventos que hacen parte de este y que desafortunadamente no tienen la suficiente difusión, me refiero al componente académico, que en esta oportunidad incluyó diversos conversatorios relacionados con la radio salsera en Bogotá, las letras de contenido social en la música del Caribe, una charla didáctica a cargo de la Mambanegra, talleres técnicos para músicos y managers e incluso una conferencia por parte de Yuri Buenaventura. Estas actividades se desarrollaron desde el día 7 de noviembre hasta el 23 haciendo de este, el mes más salsero del año en Bogotá.

Pero vayamos a los conciertos, que tuvieron lugar los días 11 y 12 de noviembre en el Parque Simón Bolívar, el mismo escenario que en 1997 le abrió las puertas a la primera edición de Salsa al Parque, pero que no siempre lo albergó a pesar de ser el más indicado para este tipo de espectáculos. El sábado 11 al mediodía aun con muy escasos asistentes, se abrió el espectáculo con una clase abierta de baile, a cargo de Nicolás Carreño y Catherine Estrada, dos de los más destacados exponentes del arte danzario salsero en nuestra ciudad. Vino enseguida La Primera en Salsa, una orquesta integrada por niños y jóvenes que hacen parte del programa distrital Crea, que busca dar educación artística gratuita a estudiantes bogotanos. Una bonita iniciativa que tuvo su origen en la anterior administración de la ciudad, y que afortunadamente sobrevivió a los recortes presupuestales a los que la cultura suele ser sometida. Los chicos integrantes de esta orquesta demostraron gran alegría y entusiasmo y deleitaron a la gente que llegó temprano al parque con clásicos como “Rebelión” y “Tiahuanaco”.


En tarima La Primera en Salsa



La segunda orquesta en tarima fue Luna Llena, una agrupación que debutaba en el festival aunque ya lleva cierto tiempo de conformada y está terminando de grabar su tercer trabajo discográfico. Bajo la dirección del cantante y compositor Julio Pacheco, presentó una propuesta que aunque hace énfasis en la salsa romántica, no descuida al bailador. Se destacaron de su propia cosecha temas como “Vino y Son”, “Cuanto Vales” y “Cada Mañana”.


Orquesta Luna Llena en plena acción

Casi a las 3 de la tarde subió a tarima D-Javú, orquesta liderada por Ricardo Cruz y que por segunda vez participaba en el festival. Dentro de su nómina se encuentra Iván Sánchez, cantante y compositor que fue muy popular en los años 90 al frente de una propuesta llamada Ivan y sus Bam Band, que esencialmente presentaba versiones remozadas de temas tropicales muy populares en el pasado. En esta oportunidad, buena parte del repertorio de D-Javú fue de la autoría de Sánchez y esto se combinó con algunas versiones de temas clásicos de la salsa dura.


Llegó enseguida la primera parte del homenaje a las agrupaciones locales por parte de la Orquesta Distrito Salsero, que como mencionamos anteriormente, se creó con el objetivo de recordar el paso de 15 agrupaciones bogotanas por las diversas ediciones del festival. Para esto, a la orquesta base se sumaron integrantes de cada una de estas orquestas, haciendo una canción de cada una de ellas. Las homenajeadas en este primer segmento fueron La Q’ Manda, Borey, Calambuco, La Real Charanga, Yorubá, Guarango y La Mambo Big Band. Fue sin duda un momento emocionante, recordar orquestas ya desintegradas, pero que dejaron huella en la escena nocturna bogotana, así como a otras que siguen vigentes, haciendo sus temas en un formato diferente e interpretados por otros instrumentistas.


Pasó luego a tarima la Orquesta Canela, liderada por María Fernanda Múnera. Una orquesta femenina integrada por jóvenes y talentosas instrumentistas. A pesar de su calidad y afinque, muchos asistentes sentimos que quedó en deuda, ya que enfocó su repertorio más a los covers, que al repertorio propio. Hizo algunos tributos a Celia Cruz y a Joe Arroyo, pero sin duda esperábamos algo más de una orquesta con más de dos décadas de trayectoria.


Ya cuando la noche empezó a cubrir el Parque Simón Bolívar, apareció La Mambanegra otra de las invitadas nacionales, proveniente de la ciudad de Cali. Recordamos que en el año 2013 fue la agrupación que antecedió a la inolvidable presentación de Rubén Blades, pero en esta oportunidad con mucha más experiencia y trayectoria, presentó una de las propuestas más atrevidas del festival. Bajo el mando de Jacobo Vélez, ahora conocido como El Callegüeso, La Mamba navega por aguas de la timba, el funk y el hip hop, algo no apto para salseros tradicionalistas, pero con una energía e impacto de la que es difícil sustraerse. Es ya una de las más interesantes realidades de la música popular de Colombia.


Llegaron las 7:45 de la noche y empezó uno de los momentos más esperados del Festival, la primera actuación en Bogotá de Adalberto Álvarez, a quien sus seguidores esperamos por más de 20 años, luego de que en el ya lejano 1995 algunos medios anunciaran la presencia en la ciudad del pianista y compositor cubano. Derrochando la calidad que suelen mostrar las agrupaciones cubanas, Adalberto desarrolló un repertorio en el que predominaron temas que grabó junto al grupo Son 14 como “Agua que cae del cielo”, “Son de la madrugada”, “Son para un sonero” y “Tal vez vuelvas a llamarme”. Incluyó por supuesto algo de sus etapas más recientes y cerró con el mítico “Y que tu quieres que te den”. A pesar del frío que cubría la ciudad y que sin duda calaba fuerte en la humanidad de los cubanos, estos superaron con creces la expectativa que había por ellos.


Se cerró la primera jornada de conciertos, con la agrupación Tromboranga, uno de los referentes actuales de la salsa dura. Ya en el presente año, este colectivo de latinoamericanos y españoles, establecido en Barcelona había visitado la ciudad, pero en aquella oportunidad su actuación tuvo lugar en un establecimiento nocturno. Ahora ante varios miles de personas no redujeron su entusiasmo y vitalidad, sino que por el contrario demostraron con creces la enorme popularidad de la que gozan. Temas como “Agua que va a caer”, “Charrupi” y “Palo pa’ la campana” causaron sensación. Al final el cantante Diego Coppinger, bajó de la tarima y se integró con el público. Cierre épico para esta jornada.


Llegó el segundo día, y contra todos los pronósticos, el clima volvió a ser benévolo con los salseros. Las fuertes lluvias que han azotado a la capital durante la temporada seguramente evitaron un lleno mayor el día sábado, pero ya el domingo ante la presencia del sol, mucho más público llegó al Parque Simón Bolívar para disfrutar de la jornada de cierre. Esta la abrió la agrupación Zontabogo, una orquesta que debutaba en el festival y que es animadora constante de las noches bogotanas. Su propuesta destaca el uso del clarinete, que poco aparece en la salsa. Su actuación combinó temas propios y versiones de temas populares como “Trampolín” del Gran Combo o “Vamos a Gozar” de la Orquesta Narvaez. Importante mencionar que esta orquesta es muy activa en las redes sociales, y desarrolló algunas estrategias y concursos para invitar a la gente a su concierto.


Pasó luego a la tarima Son de la Bog, otra orquesta que mantiene una constante actividad en la escena bogotana y que ha ido dando a conocer sus propias creaciones, que harán parte de su primer trabajo discográfico. Mucha energía y afinque derrochó esta orquesta liderada por Halbert Rios, que fue otra de las agrupaciones que por concurso ganó el derecho a estar allí y que promete ser una de las más destacadas de la más reciente generación, en el duro ambiente salsero. Temas como “Cantaré con una orquesta”, popularizado por Bobby Valentín, “Hit the Road Jack” de Ray Charles y “Galopa”, de la propia cosecha de Son de la Bog, se escucharon durante su intervención.


El siguiente turno fue para Aché Sonora, otro grupo de bastante recorrido dentro de la capital colombiana y que lideran los hermanos Hernán y Oscar Mejía. Esta agrupación, con una breve sección de vientos conformada solamente por dos trompetas, le apuesta a un sonido tradicional y añejo, sin descuidar las creaciones propias. Dentro de su repertorio escuchamos clásicos como “Caminito serrano” y “Con la punta del pie”, que calentaron aún más el ambiente. Ya la asistencia era nutrida y el sol, tan esquivo en los días anteriores, se mostraba pleno.


Aché Sonora en Salsa al Parque

Llegamos ahora a la segunda parte del homenaje a las orquestas bogotanas, a cargo de Distrito Salsero. Quien escribe estas líneas tuvo la oportunidad de tomar parte en el primer tema interpretado, que fue “La Nueva Generación”, como homenaje a Conmoción Orquesta.


Distrito Salsero. Momentos previos a su presentación


Luego vinieron tributos a orquestas como La Banda Salsa, Toño Barrio, La Expresividad, La 33, Palo pa Rumba y el cierre estuvo a cargo de Kongas, con una extensa descarga en la que tomaron parte la mayoría de los músicos de la orquesta base. Sin duda fue un punto alto, este reconocimiento a la historia del festival a través de las orquestas locales, y para quienes tuvimos la fortuna de participar, sin duda resultó emocionante



Distrito Salsero en la segunda noche de Salsa al Parque

Enseguida llegó a la tarima la agrupación Altibajo Latin Son, un joven proyecto del departamento de Santander, que debutaba en el Festival. Cabe anotar que también fue el debut, para esta región, ya que en 20 años, jamás una agrupación proveniente de esas tierras se había presentado ahí. Con un sonido renovador, en donde instrumentos como la flauta y el tiple son protagonistas, Altibajo expuso su trabajo, pleno de creaciones originales que harán parte de su primera producción. Ya durante el año, algunos medios divulgaron temas del sencillo “De amarte más”, que han estado distribuyendo.


Tras el paso de los santandereanos, llegó el momento más esperado por buena parte del público que ya colmaba el parque, la presentación de Guayacán Orquesta, sin duda la agrupación más conocida y divulgada a nivel comercial, de todas las que conformaron la nómina del Festival. Con una delantera joven y renovada, la “orquesta madera de Colombia”, recorrió buena parte de sus éxitos de ayer y hoy: “Oiga, mire, vea”, “Cocorobé”, "Ay amor, cuando hablan las miradas”, “Carro de fuego”. Se destacó también la presencia del veterano trompetista Danny Jiménez, uno de los músicos colombianos de mayor trayectoria a nivel internacional, y a la vez la juventud y talento de la sección de percusión. El punto negativo corrió por cuenta de Alexis Lozano, cuando manifestó con la arrogancia de la que suele hacer gala en numerosas ocasiones, que “No podía creer que se presentara en esa tarima, alguna orquesta mejor que Guayacán”. Triste epílogo, para una gran presentación.


Y se equivocaba Lozano en sus afirmaciones, pues sin duda la Afrocuban All Stars liderada por Juan D’ Marcos González, llegó cargada de virtuosismo y sabor. Ya sin la presencia de músicos legendarios, (excepto el propio Juan D’ Marcos, por supuesto) y con una propuesta musical diferente a la que le conocimos en sus inicios, pero con la calidad musical que caracteriza a los cubanos. Una primera parte estuvo más cercana al estilo actual de la agrupación, que combina algo de jazz, timba y cantos santeros. Posteriormente pasaron a hacer versiones de algunos clásicos cubanos como “Chan Chan”, “Candela” y “El Cuarto de Tula”. Novedosa resultó la utilización de instrumentos como el clarinete bajo y el metalófono.


Para el cierre llegó a quien personalmente considero, el más grande artista salsero de Colombia en los tiempos actuales: Yuri Buenaventura. Aunque hacía pocos meses que lo habíamos visto en Bogotá, presentándose gratuitamente en la Universidad Nacional, la presencia de Yuri siempre resulta espectacular. Abrió su concierto con el tema “Patrice Lumumba”, y lo cerró con una versión de “Señor Sereno”, quizá reclamando un poco más de tiempo por parte de la organización. Descargas de percusión, solos de trompetas, profundo respeto al público y a los músicos, unas palabras en agradecimiento a Bogotá y a los maestros Jairo Varela y Alexis Lozano, por haber iniciado sus caminos musicales en la capital por allá en los años 70, fueron solo algunos de los ingredientes que hicieron de esta actuación, el epílogo perfecto para esta edición del festival, que si bien no trajo a los artistas más sonados a nivel comercial, si tuvo un ingrediente emotivo muy importante y nos hacen pensar que vienen cada vez mejores tiempos para la salsa en nuestra capital. Desde ya esperamos ansiosos, la edición 2018 del Festival.


Yuri Buenaventura en evento académico de Salsa al Parque 2017 23 de noviembre en la Universidad Nacional de Colombia, auditorio Olav Roots del conservatorio de música.


JAIME RODRÍGUEZ

CORRESPONSAL DE HERENCIA RUMBERA

BOGOTÁ - COLOMBIA



Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page